Luz y Sergio de 80 y 85 años, le ganaron la batalla a una de las últimas peores pandemias que atraviesa el país y el mundo.
Los hermanos Pizarro son una de las familias más antiguas de la comuna. Luz Pizarro de 80 años nació en la ex oficina salitrera Pampa Unión y su hermano, Sergio de 85, en Copiapó, sin embargo fue esta, la comuna del desierto, la que lo vio crecer.
Pese a no tener patologías previas y llevar un estilo de vida adecuado, ambos resultaron contagiados en las últimas semanas por Covid-19. Implacable virus que se llevó a uno de sus hermanos menores y a la pareja de Luz la semana pasada.
Si bien, no saben cómo se contagiaron, el primero en dar positivo al examen PCR, fue la pareja de Luz y vecino de la localidad, Armando Sagal, quien finalmente perdió su batalla contra el Covid-19, en el Hospital Regional, tras luchar durante semanas.
Sergio de 85 años, también estuvo hospitalizado durante 19 días en Antofagasta, con problemas respiratorios. En cambio su hermana, pasó la cuarentena en su casa de Baquedano bajo los cuidados de su nuera.
“Pasé todos los días despierto, consiente, no me durmieron, la doctora hablaba conmigo todos los días hasta que me dijo que estaba de alta, que era un valiente que le gané al Covid y que ya podía irme a mi casa”, destacó Sergio, quien apenas ha recobrado su tono de voz producto del tratamiento.
Hoy, ambos ganaron la batalla al Covid-19. Ya están de vuelta en su hogar, con sus familias y agradecen enormemente todo el apoyo que el municipio les entrego durante el difícil proceso.
VIDA FERROVIARIA
La infancia y juventud de los hermanos Pizarro estuvo marcada por miles de historias, en torno a la vida que emergía al lado de las centenarias vías de Ferronor, que fue el principal medio de transporte en el norte del país. Antiguas máquinas a vapor que demoraban hasta cuatro horas en llegar a Antofagasta y 4 días a Santiago.
Ellos, junto a otras familias tradicionales de Baquedano, trabajaron desde niños en el comercio que abastecía a los pasajeros de las antiguas locomotoras a vapor. Vendían en los trenes, ofrecían almuerzos que preparaba su mamá al lado de la vía férrea.
Luz tuvo 1 hijo, y cuando comenzó la modernización del transporte de pasajeros, pasaron de vender en los trenes, a hacerlo en los buses interurbanos.
Vendían diarios, dulces, y todo lo imaginable para hacer más cómodo los largos trayectos, por eso es que reconocen que en la última década, es cuando la comuna se desarrolló.
“Antes las calles eran puros hoyos, pura tierra, luego tuvimos una cancha de fútbol, llegó la luz, el agua, las postas de salud, donde podemos ir por atención y medicamentos”. Agregó.
Los hermanos Pizarro, son los últimos testigos vivientes del esplendor salitrero y del crecimiento de la comuna, pero según reconocen lo más duro que les ha tocado enfrentar es la pandemia, “Acá que mueran los valientes por el clima, por el trabajo duro, pero que no mueran por la pandemia”, concluyó Sergio.
ATENCIÓN MÉDICA
Finalmente el médico Leonardo Ramírez del equipo Covid de la Dirección de Salud de Sierra Gorda, explicó el procedimiento que el equipo ha adoptaron con los hermanos Pizarro y con los demás vecinos contagiados, en especial con los adultos mayores.
“Nos notificaron que uno de los hermanos estaba enfermo, y diagnosticamos a Don Sergio en su casa. Tenía síntomas respiratorios y le aplicamos el PCR. Hicimos un seguimiento telefónico diario y cuando llegó el resultado, lo notificamos. En uno de los controles notamos que estaba empeorando y lo derivamos a Antofagasta”, explicó el médico.
Fuente: http://municipalidadsierragorda.cl/
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